Me han pasado muchas cosas en este mes y medio. Todavía no puedo creer lo leeeeeento que leí el libro, y me río con el miedo -no reconocido entonces- a que me decepcionase. Me pregunto dónde estará en estos momentos la dependienta Andrea P. (sospecho que llevando flores al panteón de Corín Tellado), cuánto me habrá subido el colesterol -malo- después de cincuenta días a base de bocatas de chóped o si Bral será de esos fans a los que les dura en entusiasmo tres meses, para luego echar pestes de su antiguo fanatismo. Como sea así, hemos terminado. Yo no me tatúo "AHRIEL" en la nalga izquierda si no es porque voy a ser friki hasta el final de mis días.
Pero lo he pasado bien, y estoy muy agradecido por vuestros comentarios :-) es más, ¡por vuestros comentarios sin espóilers! Me habéis animado a seguir día a día -o cada dos días, que era aproximadamente el ritmo de este blog- y para vosotros han sido todas las historias y viñetas. Ojalá os haya gustado.
Me despido con planes de futuro. Este verano cogeré la mochila y me lanzaré a los bares europeos. He decidido convertirme en una especie de profeta ahrielético. Si Tom Cruise pudo vender la moto de la cienciología, fijo que vuelvo a casa con un millar de afiliados al ahrielismo. Deseadme suerte.