martes, 14 de abril de 2009

El Día D

Ya no oígo la sirena de la policía. Será plan de salir del armarito de la despensa y desentumecer los músculos. Creo que no me han visto entrar a casa. Menos mal que mi madre no está, o ya habría llamado al 112. La abuela no es problema: se pone El juego del Euromillón y no hay quien la mueva del sillón. Sólo espero que se acuerde de prepararme los dos bocatas de chóped al día. Y que no abra la puerta a las autoridades.
Porque casi robo el libro.
Y casi me doy a la fuga.
A ver. Voy a dejarlo claro: robar es delito. Es más: robar está muy mal. Yo lo denuncio y lo repudio, pero demonios, ¿acaso no está peor no poner Alas negras en el escaparate el día del lanzamiento? Esa dependienta debería estar ahora picando rocas en Siberia, y no despachando novelas de Corín Tellado a diestro y siniestro, que es lo que hace sin ningún tipo de remordimiento ni secuela emocional. Esa dependienta, de nombre Andrea P., ha estado a punto de fastidiarme el Día D.
Te pongo en contexto: Brel, feliz friki de tupé dorado, recorre la calle principal del municipio de Alicante en busca de una librería. Es mediodía. La tienda Libritos de tomo (es un nombre inventado para no hacerles publicidad, ni de la mala; fíjate que he hecho un juego de palabras con los sanjacobos del que mi profe de Lengua estaría orgulloso) es de las más grandes de este mi municipio, y ahí entro yo con mi billete de veinte euros en la mano y la otra extendida para recibir tan deseado ejemplar. Junto al billete también llevo el justificante de depósito de la tintorería, que mi progenitora no ha podido evitar hacerme un encarguito. Tiene el don de la oportunidad.
Alas negras no está en el escaparate.
-Ay, lo siento -se excusa Andrea P., a la que ojalá pudiese destriparle el libro que se está leyendo ahora sólo por sentir un poco de satisfacción. Tiene la voz de pito. Al menos yo la describo así-. Es que el libro nos acaba de llegar. No hemos tenido tiempo de ponerlo en el escaparate.
-Ya, pero es Alas negras -digo yo, manteniendo la compostura. Soy un chico muy correcto, no te vayas a pensar-. Tiene que estar en el escaparate.
-Es que me acaba de llegar un pedido de Corín Tellado y... ¿seguro que no prefieres un libro de ella? Aquí tengo El idilio amoroso de mi mejor amiga con mi consuegro y la madre que les parió, está muy de moda...
-No, no quiero Corín Tellado. Quiero Alas negras, de Laura Gallego García. ISBN 978-84-8483-388-8. Ediciones Laberinto. Impreso en...
-Vale, vale, ya lo he pillado -Andrea P. se hace la ofendida-. Pues fíjate qué suerte, pero todavía no he metido los datos en el ordenador, así que vas a tener que esperar. ¿Seguro que no prefieres El idilio amoroso...?
-¡¡¡NO!!!
A punto de irme, Andrea P. se ha dignado a abrir la caja repleta de ejemplares de Alas y después de veinte interminables minutos, me ha dado mi ejemplar archivado y pasa'o por caja.
-Esto es Alas de fuego. Yo le he pedido Alas negras.
-¡Pero si es casi lo mismo! -me suelta Andrea P., cuando más cerca estoy de estrangularla.
Otros veinte minutos para Alas negras (ya volveré a por Alas de fuego, pero la urgencia es la urgencia) y cuando voy a pagar, me dice que no tiene vueltas para mi billete.
-Mire, ¡me da igual! ¡Quédese los dos euros de cambio! ¡Pero deme el libro de una puñetera vez!
-Lo siento, pero tengo prohibido quedarme vueltas: política de empresa. Si te llevases un libro de veinte euros todo sería distinto. Fíjate que justo ese es el precio de El idilio amoroso de mi mejor amiga con...
En ese momento pierdo la paciencia y me llevo Alas negras. Prueba de mi buena fe, le arrojo el billete de veinte euros contra la jeta, y que se los quede ella si le da la gana, ¡que yo me marcho a leer el libro y no me vuelven a ver! Andrea P. suelta un grito y yo me pongo a correr. Salgo a la calle, con mi enemiga al acecho, y huyo de ella a toda velocidad. Me persigue durante unos cinco minutos, en los que yo no suelto el libro ni por un segundo. ¿Pero qué hace esa loca, si le he dado el billete de veinte euros? No tardo en averiguarlo.
Alcanzo el autobús que me lleva a casa (más bien, cualquier autobús; el caso es dejarla atrás) y las puertas se cierran a mi paso. Andrea P., la amable librera, suelta improperios desde el otro lado de la puerta, pero ya es demasiado tarde. Todavía puedo oirla gritar.
-¡Estás loca! -le digo-. Te he pagado el libro. ¿Por qué me has perseguido?
El autobús está a punto de arrancar cuando averiguo la respuesta. Andrea P. alza la mano, me muestra un papel y lo estrella contra el cristal del autobús.
No es el billete de veinte euros. Es el justificante de depósito de la tintoreria. Le he pagado con un simple justificante. El billete descansa en mi bolsillo, y ya es demasiado tarde para cambiarlo. Soy un fugitivo.
Es la primera vez que salgo de la despensa desde que he llegado a casa hace unas horas. Al menos he podido leer ahí dentro, y he empezado por el capítulo uno (sí, el mismo que comenté ayer). Luego sigo. No sé cuanto tiempo necesitará Andrea P. para dar con mi casa, ahora que tiene todas las pistas es un recibo de papel. Sólo espero terminar Alas negras para entonces, pero prometo enviar el dinero en una carta sin remitente. Palabrita de friki.

11 comentarios:

  1. Pues yo me lo voy a comprar en la presentación del Jueves en Madrid. Aunque estoy deseando leerlo, pero tengo que acabar un libro para clase, o sea que me va a dar igual. ¡ Qué te aproveche el libo!

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  2. xDxD Qué bueno! Lo que me he podido reír con Andrea P. y el billete de 20 euros! jaja Tío eres un crack.

    Yo todavía no tengo Alas Negras!!! En unas pocas horas lo conseguiré y no me aguanto!!

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  3. Se sale jajajajajajaja , espero que no tener que recurrir yo a las mismas tácticas cuando vaya a por el mío :)

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  4. Yo ya tengo el libro! Me lo he empezado a leer en el autobus y casi me paso de parada xD

    Cuidado que no te pille Andrea P.!! :P

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  5. jajajajajajajaj aaa quee buenooo!! xDDD me encanta tu humor, tíoooo!! q te aproveche!! q suerte!!!

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  6. jajajaja que suerte!! yo hoy me he pateado toda zaragoza (bueno, exagero, sólo mi barrio xd) y no lo tenian por ninguna parte... bff que poca profesionalidad verdad?
    Me encanta tu blog, espero que sigas escribiendo entradas aún cuando termines de leer Alas Negras...

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  7. Ya está!!! Lo tengo, lo tengo, LO TENGO!!! jajajajajjajaja soy feliz!!!!! A leerlo!!

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  8. Jajajajaja buenísimo xDD ¡Espero no tener k llegar yo a esos extremos! (pero soy capaz, eeeh?) pero a pesar de que Andrea P. t va perseguir x la calle como t vea, y k seguro k tu madre te ha echado la bronca x perder el recibo de la tinto (aunque se te ha olvidado ponerlo xDD) yo pienso k tienes suerte, ¡Has conseguido el libro! ¡¡¡Y yo me he pateado todo Puertollano, preguntando en todas las librerias k he visto, y ni 1 lo tenia!!! ¡K rabia!

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  9. Al decir: "calle principal del municipio de Alicante" ¿Te refieres a la Rambla? ¿O a la Explanada? Porque por ahí no está la librería más grande de Alicante.

    Uno que vive allí y todavía no ha encontrado el jodido libro...

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  10. ¡Jo, cuantos comentarios! :-) así da gusto.

    No era la librería más grande de Alicante ni la segunda que más :-P y no sigo dando pistas que Andrea P. me busca.

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  11. Me encantas !!
    Brel...pobre Andrea.P... Nose si tienes muuxa imaginación o es que de verdad te pasan estas cosas...!!Que Crack igualmenteee!!
    Un besooo

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